Este restaurante sorprende por su original decoración. La barra se sustenta en antiguas traviesas de tren y el portacopas imita a una pluma de grúa y tiene efecto óxido, como la puerta hacia el exterior.
En el baño, se han trabajado las puertas con tintes inocuos en varias capas, hasta lograr un atractivo efecto envejecido.
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